Proyección Histórica de Bolívar
En su tiempo, Bolívar surgió en Venezuela y en el continente Americano como el hombre que marco el curso de los acontecimientos de la independencia y la formación de las nuevas repúblicas.
En 1813 le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, que, tras serle ratificado en Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era «el hombre de las dificultades» en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue presidente. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el Hombre de América y una figura de la Historia Universal. Dejó un legado político en los países latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas, monumentos, parques, plazas, etc. Sus ideas dieron origen a una corriente política llamada bolivarianismo.
Años Inmediatos después de la Muerte de
Bolívar
El día 5 de febrero de 1831, cincuenta días después de la muerte del libertador, se sabe la noticia de su muerte en Caracas. Cuando la noticia de la muerte de Bolívar, se extendió a todo lo largo del continente, una sensación de relajamiento y de codicia, se apoderó de los dirigentes de los pueblos americanos, que habían esperado con ansiedad el momento de heredar la autoridad política del gran hombre. Pero como dijo José Martí: “Lo que Bolívar no hizo está por hacerse en América todavía”. Bolívar había concebido la revolución de la independencia.
En dos grandes etapas: la de la liberación primero, y la de la unificación después.
Después de la muerte de Bolívar, el general O´Leary viaja a Jamaica, donde se dedica a recopilar y ordenar a su archivo y comienza la redacción de sus memorias, publicadas por su hijo, Simón Bolívar O´Leary, bajo el título de Memorias del General O´Leary. Este escrito ayuda a despejar dudas y ampliar los conocimientos sobre los últimos momentos de Bolívar, sus ideales y sus pensamientos políticos.
Los despojos mortales de Bolívar recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa catedral Basílica de Santa Marta, y allí permanecieron hasta el 22 de noviembre de 1842, cuando fueron exhumados para trasladarlos a su país de origen Venezuela, cumpliéndose así el mandato de su testamento.
Sus restos llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas, santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de sus dos hermanas y de la que fuera su esposa. Allí permanecieron en medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al Panteón Nacional, el 28 de octubre de 1876, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. En 1947, el constituyentista Andrés Eloy Blanco pidió ante el Congreso que los restos de Bolívar no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y ésta se cubrió con una bandera de Venezuela elaborada en Gran Bretaña.
Sus restos llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas, santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de sus dos hermanas y de la que fuera su esposa. Allí permanecieron en medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al Panteón Nacional, el 28 de octubre de 1876, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. En 1947, el constituyentista Andrés Eloy Blanco pidió ante el Congreso que los restos de Bolívar no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y ésta se cubrió con una bandera de Venezuela elaborada en Gran Bretaña.

Simón Bolívar en Latinoamérica y el Mundo
En 1826, Simón Bolívar convocó a un congreso americano, hecho que constituyó el primer intento concreto de alcanzar la unión de las repúblicas americanas. Claro, por entonces, el objetivo del libertador era formar una confederación de estados hispanoamericanos, en donde no estaban directamente contemplados los Estados Unidos. Recién hacia 1889 tendrían éxito los propósitos de unión, aunque ya contando con la iniciativa estadounidense. Fue en la Conferencia Panamericana de Washington cuando Estados Unidos presionó -imbuido de la Doctrina Monroe- para conformar una Unión Aduanera y crear una moneda común, propuesta a la que se opuso con vehemencia la Argentina, quien no deseaba deshacer los fuertes lazos que la ataban a las potencias europeas.
De aquellos encuentros, que tuvieron lugar entre 1889 y 1890, surgió finalmente la creación de la Unión de Repúblicas Americanas el 14 de abril de 1890, antecedente directo de la Organización de Estados Americanos (OEA), creada en 1948.
El 14 de abril de 1931, el Día de las Américas fue celebrado por primera vez, en conmemoración de la fecha de creación de la Unión de Repúblicas Americanas. Para recordar este episodio publicamos en esta oportunidad un fragmento de las aspiraciones de Simón Bolívar, uno de los precursores de la unión latinoamericana.

Propiedades de Simón Bolívar
Estas propiedades fueron por las cuales lucharon tenazmente sus parientes después de su muerte. El testamento de su excelencia El Libertador de Colombia General Simón Bolívar es el documento mediante el cual el Libertador Simón Bolívar declaró su última voluntad antes de fallecer el 17 de diciembre de 1830. Fue dictado en Santa Marta, Colombia, el 10 de diciembre, el mismo día en que dictó su última proclama y recibió los sacramentos por parte del Obispo de Santa Marta José María Esteves, y fue firmado por Bolívar y el escribano José Catalino Noguera al día siguiente. El original consta de 4 páginas manuscritas por ambas caras y estuvo archivado en una notaría de Santa Marta hasta que fue robado por desconocidos quienes lo vendieron al gobierno venezolano. El presidente Marcos Pérez Jiménez lo restituyó a Colombia donde fue depositado en un banco por la Sociedad Bolivariana hasta que dicha institución lo donó al Museo Nacional de Colombia el 24 de junio de 1960.
El documento está constituido por catorce cláusulas en las que Bolívar declara u ordena elementos de diversa índole, incluyendo su creencia en Dios y la Iglesia Católica, sus bienes y su destino (las tierras y Minas de Aroa...y unas alhajas), que se paguen sus deudas y la donación de dos libros que fueron propiedad de Napoleón a la Universidad de Caracas. También ordena una remuneración para su mayordomo José Palacios, que se quemen algunos documentos, nombra sus albaceas, y divide lo que queda de sus bienes en tres partes: una para cada hermana María Antonia y Juana. La tercera para sus sobrinos: Juan, Felicia y Fernando Bolívar, para que lo "disfruten con la bendición de Dios."

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